AproVada se hace eco de un testimonio de una compañera
Hoy quiero compartir la experiencia que he tenido en una valoración; 11 años haciendo este trabajo... ¡¡y sigo emocionándome!!.
Marta (nombre ficticio) es una chica que acaba de cumplir los 18 años y a la que había que visitar para realizar una revisión de grado de dependencia de oficio, pues le correspondía por edad.
Fue valorada a finales del 2017 en el hospital, quedando como gran dependiente.
Cuando llamo al timbre del domicilio, me abre la puerta una chica muy sonriente, es Marta. Nos sentamos y nos ponemos a hablar ella, su madre y yo.
El diagnóstico de Marta es Síndrome Miler Fisher y Síndrome Guillen Barre (enfermedades autoinmunes que atacan al sistema nervioso). Marta, empieza a explicarme desde el momento que se notó los primeros síntomas hasta el momento actual...Su cuerpo era de trapo, con una parálisis flácida que la tenía inmovilizada por completo. Estuvo un mes y medio en la UCI en Cádiz y después pasó a la UCI de Jerez, sin poderse mover ni hablar, pupilas dilatadas, traqueotomia hecha para poder respirar... parecía que estaba muerta, pero el monitor decía que tenía actividad cerebral, así estuvo hasta que pudo parpadear y comunicarse con códigos de parpadeos para decir un si o un no.
Poco a poco empezó a mover los dedos de las manos, movilidad en un pié... La rehabilitación en la UCI fue importante y su afán por querer volver a bailar e ir a sus clases de ballet, aunque el diagnóstico de la Neuróloga no iba más allá del lograr ir sentada en silla de ruedas.
Salió de la UCI, siguió con la rehabilitación hasta Marzo, con muchas barreras y con grandes esfuerzos.
Ahora lleva una vida normal y se está preparando para ir a sus clases de ballet.
Hoy me abrió la puerta de su casa un milagro andante y compartió su experiencia conmigo. Me hizo partícipe de su historia y yo la quise compartir con vosotros.
Marta es una joven de 18 años con una gran vitalidad, con una maduración y una actitud hacia la vida, digna de imitar, con un pensamiento 100% positivo hacia las situaciones adversas que le han sucedido durante este tiempo y con una mente abierta donde no cabe la negatividad.
A Marta una Dra. le dijo que no andaría más y se equivocó, ella luchó por lo que creía que podría conseguir, paso a paso.
Que emocionante es este trabajo. Con el, nos metemos en los hogares de las personas y éstas ¡¡¡nos muestran partes de sus historias!!!.
Son 11 años de experiencias vividas que nadie nos puede arrebatar.
Todos tenemos historias y anécdotas que contar, algunas más bonitas que otras, pero son las que nos tocaron vivir en cada domicilio al que tuvimos que ir.
Y seguiremos luchando para que así sea.
Yo quiero ser como Marta!!🏻
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